8 estados hasta ahora...

Y hemos visitado 4 de ellos, excluyendo a Michigan donde residimos hasta el 20 de marzo.
El clima ha cambiado y hace frío por aquí en Nuevo México.  En este momento nos estamos dirigiendo para Flagstaff,  Arizona, y mañana planeamos ir a el Gran Cañón.
Ayer Sábado lo pasamos en Alburquerque y fuimos a un parque cercano para disfrutar el viento y el frío de esta zona. Es como que el invierno del norte nos sigue...
Me encanta ver los altiplanos de Nuevo México,  la gente es muy amigable, y para ser una ciudad en medio del desierto, es bonita.
Seguimos en esta travesía contra viento y marea, porque sólo se vive una vez y aunque hayan dificultades en el camino, so uno se queda atascado, nunca sabrá lo que es vivir por fé. Nuestro hogar precisamente somos nosotros,  nuestra residencia es donde nos encontremos, no tenemos un atado se lugar físico y solo confiamos en que Dios proveerá.  Si no regresamos a Michigan, es porque por ahí nos quedamos... igual la vida continúa y tenemos que disfrutarla a como venga.

El amanecer mientras salíamos de Texas

Los gatos, dueños de la estación de descanso

La Laguna Azul en Santa Rosa

https://en.m.wikipedia.org/wiki/Blue_Hole_(New_Mexico)

Primera vez en el columpio, ¡le fascinó!

Altiplano en Nuevo México

Parque Montgomery

La exuberancia del verdor... ¡vida!

Es mi color favorito, significa vida, esperanza, determinación.  Aún cuando el invierno seque las hojas, el pasto y deje todo seco y vacío,  el verdor siempre renace.

Al llegar a Texas eso fue lo que resaltó a mi vista, y José por primera vez se atrevió a tocar el pasto tierno y verde. El clima es tan agradable, no necesitamos los abrigos y las bufandas, menos las botas de nieve.

Todavía nos quedamos aquí por esta noche y mañana de madrugada partimos para Alburquerque,  Nuevo México.

A Josesito le están saliendo los cuatro dientes de arriba, vienen rápidos y furiosos. Lo han tenido muy incómodo anteayer y ayer, pero ya un poquito más y estará comiendo ajos como lo hice yo 😊🤣.
Igual no deja de sonreír y disfruta cada momento afuera. Mi hijo es un pequeño trotamundos.

Mississippi...

De niña, al ver los mapas y leer sobre la historia de este país, siempre resaltó el nombre Mississippi, por el nombre que tiene consonantes dobles, por el río tan grande que termina en las aguas del atlántico, de como hasta barcos grandes navegan en sus aguas, la historia de los esclavos; y cuando conocí a Ryan me contó que también vivió en este estado desde los 11 a los 17 años. Fue aquí donde comenzó a sentir los primeros síntomas de la enfermedad de Crohn's y fue aquí también donde, pese a su estado físico, pudo asistir a las clases de karate y solo un nivel más le falta para lograr la cinta negra. Tantos recuerdos...

Hoy día salimos de Lexington a las 8:30 a. m. y llegamos a Byhalia a eso de las 3 p. m., luego que acomodamos algunas cosas en la casa de Airbnb, fuimos a South Haven para que Ryan pudiera ver a su ex Sensei, lastimosamente, solo él pudo ir a verle pues José estaba durmiendo muy relajadamente y no quise despertarlo, así que mi papi y yo nos quedamos en el carro con José.

Luego Ryan nos llevó al vecindario donde vivió en Lake Horn y nos mostró la casa, pero le dio tristeza al ver el parque donde él y su hermano Andrew solían jugar, ahora está completamente abandonado. El sensei le contó a Ryan que ahora esta zona está muy dejada, ha perdido mucho su seguridad. Eso lo pude notar cuando fuimos a Kroger a buscar unas cositas de emergencia, había guardia de seguridad afuera y adentro... Las cosas ya no son iguales, todo ha cambiado, pero fue algo especial ver dónde Ryan pasó parte de su infancia y adolescencia, donde inició toda su travesía en su aspecto de la salud y compartir con él este momento ahora, con su familia independiente.

Estamos cansados, fue un viaje largo. José rehusa dormir, las horas depende de la zona y eso ha venido a desbaratar todo el horario fijo, pero bueno, era de esperarse, pese a todo, José se porta un 7 (perfecto en Chile) y disfruta del viaje.

Mañana partiremos temprano rumbo a  Fort Worth, Texas, y estaremos ahí hasta el viernes, de ahí seguimos hasta Alburqueque, Nuevo México, donde pasaremos el Sábado (Shabbat) en otro Airbnb.

Me vence el sueño. Hasta la próxima.

La ruta de hoy, día #6 de este Viaje de fe

En Tennessee

¿Cuál agarramos?

Stateline Rd, hacia mi izquierda es Mississippi, y hacía la derecha, detrás del semáforo, es Tennessee.

La casa, antes los marcos rojos eran semi amarillos

Érase una vez... (El parque que ahora solo existe en los recuerdos de Ryan)

El viento ruge en Lexington

Pero igual no pudo detenernos para ir a ver a los caballos de carrera en Katierich Farms. Es la primera vez que José los ve de cerca, porque antes ya era yo que le "imitaba" el relincho mientras aparecía la figura de un caballo en algún libro o cuando íbamos a la biblioteca, en algún póster o juguete con la forma de un caballo. (Que conste, mi imitación es terrible mal).

El clima es agradable, nada de ese frío del norte; en lo personal, me fascina este estado porque la ciudad de Lexington no es grande, todo es más campo y su terreno geográfico montañoso con subidas y bajadas me hace recordar de las carreteras de Honduras, sin olvidar lo verde que mis ojos pueden deleitarse viendo.

Estamos en la casa de unos amigos de la iglesia, mi papá estuvo con ellos en su corta estadía como misionero en este estado. Aquí José ha conocido a Snoppy, un perrito medio tímido pero muy amoroso; y también a una gallinita que, con su cloquear, ha hecho reír a José.

Ahorita es ya las 10:59 p. m. y me vence el sueño. Pero quería nomas dejar esta nota y agradecerles por sus buenos deseos y oraciones, de verdad que nos dan ese vínculo de fé para esta aventura. Desde este rincón de Lexington les deseo una linda noche con todos los que les rodean, y un feliz sábado  (Shalom  Shabbat).

El viaje de la fe

Honestamente,  no tengo idea dónde comenzar... los últimos meses han sido maravillosos,  llenos de descubrimientos, expectativas, desafíos, alegrías, tristezas y decisiones.
Hoy, 20 de marzo de 2018, dejamos el apartamento que fue nuestra morada por dos años, 3 meses y 16 días. Este lugar de Wixom, Michigan quedará muy grabado en mis recuerdos, pues mientras vivimos ahí, Ryan y yo nos convertimos en padres, tuvimos a la tía Eva que voló desde Chile para estar con nosotros en esos meses tan cruciales que cualquier padre primerizo atraviesa en esa nueva experiencia.
Hoy por la mañana, al entrar en cada cuarto para revisar que no quedaba nada y estar listos para entregar las llaves, no pude contener las emociones; no, no lloré pero sí rememoré todo como en cámara lenta.
Agradecí a Dios por todo, no importa si el año reciente fue en verdad el año de las pérdidas y ganancias, el año de los desafíos de salud, solo sé que nos hizo más fuerte.
En este preciso instante estamos cruzando Ohio , el estado donde nació mi esposo.  Nuestro primer punto de parada será en Kentucky y a ver si llegamos ya para las 7 p. m.
Como dijo mi esposo,  este es el viaje de la fe. Estamos haciéndolo por dos razones: para ver a alguien que formó parte de mi infancia y mi adolescencia,  alguien que sin esperar algo a cambio, fue para mí como mi abuelo, él no midió sus propios desafíos para apoyarnos con su presencia cuando mi madre falleció. Luego, porque siempre hemos querido hacer este viaje, vamos contra toda marea de lucha de la salud, laboral y financiera. Pero no nos falta el amor y tenemos la unidad de la familia. No podíamos hacer este viaje sin dejar de lado a mi papi, él es trotamundos y no se lo podía perder. Hasta pronto, Michigan. Dios dirá si regresamos o nos llevará a donde él desee que estemos. Por ahora, soy rica y dichosa más que nunca y nadie ni nada me quita este escozor de alegría y agradecimiento.

Gracias a mi amiga Andrea, su mensaje fue el que confirmó esta decisión loca y aventurera: "El dinero regresa. El tiempo, no".