Una señora se encontraba de visita en la capital costarricense, admirando aquí y alla todo lo que sus ojos descubrían. Entonces reparó en una pequeña flor y, deseando que esa hermosura fuese suya, la cortó. Un niño, quién sabe de dÓnde salió, se le acerca y le pregunta:
-¿Por qué cortó la flor? Ella, un poco sorprendida trata de dar una respuesta acertada:
-Porque es muy hermosa.
El niño, simplicidad de conocimientos, pero mas valioso que un propio filósofo, le vuelve a preguntar:
-¿Y no cree que estaba más hermosa en su rama?
¡Ah los seres humanos! Siempre deseando cambiar la simpleza de la belleza innata. La vida, como sea, pero donde esté es tan hermosa como esa flor, más el hombre, lleno de vanas filosofías que trastornan la sabiduría, busca cambiar ese camino sencillo. Queremos que todos actúen según nos parece, sin percatarnos que cada uno, así como es, forma parte de la belleza de esta vida.
Abramos los ojos del entendimiento y veamos a través de lo simple de la profundidad de lo bello, sano y eterno; quizás sólo por un instante, pero que perdudará por siempre en el recuerdo de una vida feliz. Atesoremos la flor en su rama, y no tronchemos su crecimiento. Admiremósla así como es, cuidemosla como si fuera la única joya, y conservemósla en nuestro corazón, aun cuando muera, como la más preciada joya de nuestra corta existencia.
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Where is the beauty?
A tourist lady was in Costa Rica’s capital, San Jose, admiring here and there whatever her eyes can see. Then she took notice of a little flower and wished that the beauty belongs to her, so she cut it. A child, who knows where he was coming from, approaching the lady asked her:
-Why did you cut the flower?
The lady, a little bit surprised tried to give him an accurate response:
-Because it is beautiful.
The child, simplicity of knowledge, but more valuable than a philosopher, asked her again:
-So don’t you believe it was more beautiful in its branch?
Life is that flower. Never cut it.
JLS. COPYRIGHT 2006
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