Estuvimos por dos noches en Medford con nuestros amigos de mucho antes. El tío José y la tía Fátima Senior, los conocí en Honduras cuando ellos fueron por allá, luego los vi de nuevo el 2015 en Roanoke, Virginia; y ahora, por tercera vez. En total, creo que son más de 20 años...
Podríamos haber regresado por el mismo camino que tomamos primero, pero Ryan me dijo muy antes que sí íbamos andar por ahí, entonces mejor dar la vuelta hasta arriba (según el tiempo lo permitiera). Así que al planear todo este viaje, mi papi se puso en contacto con las personas que conoce que viven por estos lados, y qué sorpresa, ahí están los tíos. Oregon es sin duda hermoso, me fascinó el verdor, pero también hacía más frío, es que también el clima anda loco. Pero, ya había llegado la primavera ahí y nos quedamos embelesados viendo ese brote de vida en cada flor, pasto, árbol...
El miércoles de noche fuimos al culto de oración y conocimos a otros hermanos. Sépase que el propósito de este viaje no fue solo de placer, dijimos que trataríamos de hacerlo como tipo misionero para poder animarnos con las personas que pudiésemos ver.
Cuando salimos de Medford, la ruta nos llevó por una montaña donde hubo un tramo de 20 minutos que nos tocó manejar bajo una tormenta de nieve... todo era curvas, bajadas y subidas, pero Dios nos protegió y después se transformó en llanura, lomas, semi-desierto y bosques. Llegamos a Ontario, listos para otra noche de descanso. Se queda impregnado en mis recuerdos el aire tan fresco, el aroma de la primera, el verdor de la vida.
Todavía en California, Lake Shasta
Ni porque dijimos "Cheese", "frijoles ", "José, ¡mirá la cámara!", no quiso ver. Estaba fascinado con su tocayo 😊
No hay comentarios:
Publicar un comentario