Sentada estoy aquí en Henry Ford, Detroit. En la Sala de espera en el cuarto piso. Frente a mí tengo la pantalla gigante que muestra el proceso de cada paciente en la sala de cirugía. Ryan tiene el número 410182 y el suyo muestra "Preparing for Surgery".
Por ahorita no tengo compañia de alguna persona (no porque no quieren sino porque vendrán después). Pero sé que no estoy sola, puedo sentir a aquél ángel que ví la noche que mi madre falleció, y aunque no lo pueda ver físicamente, sé que él está aquí.
Pensar que en el momento que salí de Chile, nunca imaginé la trayectoria que recorrería estos últimos 8 años... nunca.
Conocí a Ryan un 18 de octubre de 2008, no fue atracción platónica ni a primera vista. Pero fue su honestidad y convicciones lo que me atrajeron y el 28 de octubre de 2009 nos casamos.
De un principio Ryan me dijo que sufría desde los 12 años la enfermedad de Crohn. Ryan no es el típico hombre musculoso y con cuerpo de adonis, pero mentalmente tiene una fuerza y fe que no he visto en alguien más. Físicamente la enfermedad le quitó prácticamente la oportunidad de disfrutar sus años de adolescencia; mientras sus hermanos y amigos jugaban, salían y compartían, Ryan estaba condenado a permanecer en cama en la típica posición fetal.
Todo esto él me lo contaba pero mi mente no podía siquiera imaginar el efecto que esta enfermedad puede causar en la persona.
En julio de 2011, después que regresó de Virginia occidental luego de haber participado en un viaje misionero de su iglesia, apareció el huracán que nos esperaba a la vuelta de la esquina. Cuando Ryan estaba comenzando su propia pequeña empresa de producción de videos, Crohn decidió darle otro golpe.
No fue para nada fácil. Yo trabajaba en ese entonces como niñera. No teníamos seguro médico y lo que yo ganaba, apenas alcanzaba para cubrir lo necesario y básico. Ahora me río, porque mientras allá en el extranjero pensaban que yo tenía la última tecnología del iPhone y otras cosas que nos quitan el sueño cuando vemos los anuncios, yo todavía estaba en la era arcaica usando el celular más antiguo. Me pongo a pensar que, la verdad, muchas veces tomamos las cosas como que las merecemos sin considerar que en otros lugares o por distintas circunstancias, a veces no son un privilegio. Pero lo importante es que pese a las condiciones físicas de Ryan, yo pude trabajar en lo que podía y nunca nos faltó comida, dinero para la gasolina, el seguro del auto y ni fallamos en el pago de arriendo del apartamento. Dios puso también en nuestro camino personas de gran corazón, con quienes hasta la fecha seguimos en contacto. En esos momentos de adversidad gané amigos y a ellos les estoy eternamente agradecida.
¿Pero qué podía hacer por Ryan? Él estaba ya cansado y decepcionado de andar aquí y allá de doctor en doctor, tomando la misma medicina que no le ayudaba en nada; y al no tener seguro médico, tampoco quería irse así nomás a un hospital y meterse en deuda.
De mi parte esta desesperada. No sabía qué hacer. Ryan rotundamente opuesto a ir a un médico, y yo tratando de encontrar a alguien que le pudiera ayudar en su condición. Oré y lloré.
Era quizás enero de 2012 cuando comenzé a buscar en Google la frase "Naturopath gastroenterologist" (gastroenterólogo naturista). Me salió una lista de "expertos" que decían poder ayudar a enfermos con problemas digestivos, pero ninguno me parecía confiable. Inclusive llamé a uno y lo que me recomendó es que Ryan practicara Yoga, que el orden de las estrellas en tal fecha podrían ayudarle a regular su sistema porque así estaría en coordinación perfecta con el universo... Bah! Luego otro que decía que la dieta ayuda, lo único que me ofreció fueron sus libros que por cierto no eran baratos. Pensé ¿Cómo es posible que no exista alguien, fuera del mundo médico, que pueda entender en aspectos científicos y precisos lo que es Crohn? Yo sabía que alguien tenía que saberlo. No me rendí, pero no seguí buscando activamente. Pasaron unos pocos días y un sábado de repente comencé de nuevo la búsqueda. Otra vez escribí lo mismo y de repente, el nombre de "cure gastroenterology" captó mi atención. Comencé a leer la información, la página del naturista, y lo investigué. Resulta que él es también microbiólogo y entiende en aspectos científicos el funcionamiento del sistema digestivo y se especializa en tratar a pacientes con diverticulitis, Chron, etc. Se lo mostré a Ryan y él decidió llamarlo. El doctor no estaba disponible ese día, pero al día siguiente, que fue un sábado (el siguiente) él le regresó la llamada. Vive en New Hampshire...muy lejos para nosotros poder viajar y más aún, era invierno. No obstante, el doctor se tomó casi una hora para hablar con Ryan y cuando la conversación terminó, pude ver en los ojos de Ryan un rayo de esperanza. Tres cosas me impresionaron de este doctor: devolvió la llamada y en un día no laboral, no cobró ni un centavo por esa llamada y hasta algunos consejos le dio. La consultoría costaba $500 solo una vez y de por vida el paciente puede llamarlo para consultarle. Claro, él recomienda suplementos naturales que son creados por laboratorios que se dedican a esto y no son cualquier tienda que se encuentra en la ciudad. Oramos y decidimos darle una prueba, y como dijo Ryan "tantos medicamentos que he tomado, ¿qué pierdo con intentar otra opción?
Así que desde entonces, la misión para Ryan fue comenzar con el protocolo naturista, consumir jugos naturales (nos conseguimos una extractora de prensado en frío, ya que no podía consumir fibras, sean cocidas o crudas). Pero el problema seguía porque al mes después fue a emergencias... lo que le estaba causando problema era una carnosidad que se había formado en el intestino. Nunca vi alguien sufrir tanto con eso... nunca y a nadie se lo deseo. Te quita la fuerza física y hasta moral, te estanca los sueños y propósitos. ¿Puedes salir de aquí en cinco minutos con un amigo si te llama y te dice, "Vamos a tomarnos un refresco"? Ryan no. Nuestra vida se transformó en declinar invitaciones para salir a visitar amigos, viajes a otros lugares y si los hacíamos, cortos y cerca de nuestra casa, tener una agenda con la lista de hospitales cercanos a donde fueramos, un calendario con citas al médico, las idas al hospital, las recaídas que Ryan tenía. Sin embargo, el esfuerzo de Ryan en combinar los tratamientos naturales con un 5% de los medicamentos que el hospital le recomandaba fue tomando forma y éxito.
Nunca antes conocí a otra persona con tanta fe y fortaleza espiritual. Todo lo que yo he vivido y las pruebas que me tocó enfrentar en carne propia no son nada comparadas a las que Ryan tuvo que pasar. Para Ryan no existe el "quizá, talvéz, no sé". Para él es "Sí, así será, no me doy por vencido".
Llevamos 7 años de casados, cinco de los cuales han sido los más difíciles. Esta enfermedad no solo amenazó su salud, sino también mi fe pues no niego que a veces quería huir y pretender que nada de esto existía. Pero era una, irme y dejarlo, o la otra, luchar junto a él. Escogí lo último. El huracán que nos envolvió se olvidó que en el centro tenía el ojo de paz, porque en esos momentos cuando todo parecía estar perdido, Dios estuvo con nosotros y nos dio fuerza para continuar.
Entiendo que para muchos que me conocieron antes, esto puede llevarlos a decir "Pobre Priscy... la suerte", y no es que me lo imagino, sino que ya me lo han dicho. ¿Por qué "pobre"? ¿Acaso es algo malo? Con la ayuda de Dios, esto nos ha hecho más fuertes, y personalmente estoy orgullosa de seguir a lado del joven que me aceptó cómo soy: imperfecta.
Ryan está ahora (4:14 hora del este) en la sala de operaciones, y sé que Dios es el cirujano principal y está guiando a los médicos. No tengo miedo, me siento tranquila. Con Ryan dijimos que si por alguna razón, no resulta lo que esperamos, no fue una batalla perdida. Han sido pequeñas victorias trás victorias. Al final, es la victoria de vivir y morir en Jesús lo que importa. El anhelo de Ryan es nada más poder ayudar a alguien, y si vive, estoy segura que esa será su próxima tarea a seguir.
See you on the flip side! Nos vemos al otro lado...
martes, 8 de noviembre de 2016
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y muchísimas gracias por tomarte el tiempo para visitar mi página.
Escribo en general de todo lo que pueda informar a otros, no me concentro en un tema específico, sin embargo, mi mayor interés es la poesía libre.
Algunos temas que he escrito han surgido a traves del diario encuentro con la realidad, todo lo que se recibe por la radio, TV o periódico, o con las conversaciones diarias que tengo con mis amigos y familia. Expreso mi libre pensamiento así como todos son bienvenidos a dejar sus opiniones. Nótese que aquel comentario que contenga expresiones incultas será eliminado. Soy partidaria de conservar el respeto mutuo sin importar el país, la raza, cultura o religión. Benito Juarez dijo que "El derecho ajeno es la paz".
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Un abrazo fraterno desde el lugar de mi peregrinaje, deseando que la luz del Ser Supremo ilumine siempre tu camino.
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