Confieso: había perdido el gusto por la lectura. Los años previos cuando fui Au Pair el tiempo no me bastaba para deleitarme leyendo y dejar que mi imaginación viajará a través de las páginas de los libros. Increíble, me di cuenta que fui perdiendo el interés por leer.
Desde luego, no pude escaparme de esa aventura de poner a los libros en cuarentena. Mi esposo es un ávido lector y su recordatorio diario de: "lee para que tu espíritu se alimente", hizo que me propusiera al menos leer un libro cada mes. Uno de los últimos que he leído es el que está escrito por los autores Gary Chapman y Jennifer Thomas: The Five Languages of Apology (Los cinco lenguajes de la disculpa).
He aprendido mucho al leer ese libro y me ha mostrado una visión distinta de la vida se sabe perdonar. Interesante saber los distintos tipos de disculpa que las personas usamos, para uno el decir: "Oye, de verdad que lo siento", puede ser una disculpa sincera, sin embargo para el ofendido no es suficiente, pues quizás además de eso quiere que la persona que lo hirió haga algo que demuestre que realmente no volverá hacerlo. Ahí ya están dos lenguajes distintos de pedir disculpas, el punto es que si no se entienden y no se aprendió a interpretar el lenguaje del otro, el ofendido no aceptará la disculpa del otro y la relación quedará truncada.
Por ejemplo, en el matrimonio se encuentra los caminos lisos y pedregrosos, pero como dijo un predicador, "la importancia de la felicidad no se encuentra en una discusión sino en saber cómo mantener viva una relación". Eso es a través del compromiso que uno hizo el día del matrimonio ante Dios. Es cierto, nadie sale graduado primero para internarse en esta aventura, es allí donde se aprende, pero sí todos desde pequeños tenemos que aprender el valor de la responsabilidad, del compromiso y de la humildad, si estas tres cualidades se conservan siempre, entonces habrá éxito en todo y se tendrá una relación sana en el hogar, en el trabajo, con los amigos y aún en la iglesia.
Aún puedo recordar vívidamente la historia de una familia en Honduras. Por haber tenido un problema con otro miembro de la congregación de ellos, dejaron de asistir y estaban decididos a vengarse incluso. Todo porque el que los acusó falsamente no quiso pedir perdón aún después de darse cuenta de la magnitud del problema. El orgullo lo había vencido. Pero recuerdo a esta familia en mi casa, una noche en la que mis padres hablaron con ellos, oraron, lloraron, y decidieron acercarse al ofendedor y hablar con él para aclarar el asunto. La relación se salvó, el perdón sanó las heridas, ambas partes se confesaron sus problemas y, lo más hermoso de todo, es que al final fueron parte del ministerio. ¿Cuántas guerras se habrían evitado si se hubiera sabido reconocer el error y saber perdonar?
"No me bastan las palabras. Necesito ver el cambio". Siempre debería hacer así pero no siempre es así. Si ese es el caso tuyo, experiencia que hayas tenido con tu esposo o esposa, con algún compañero de trabajo o de estudio, con tus padres o con tus hermanos o amigos, piensa por 5 minutos el sí "¿Será que el arrepentimiento de fulano era genuino y quizás yo no le creí? Si ese es el problema, entonces te recomiendo que te embarques en la aventura de leer este libro y veas a través de experiencias reales y mensajes cristianos lo hermoso que es perdonar y saber pedir disculpas también.
Nunca es tarde para enmendar y reparar los daños hechos y para perdonar. Al hacer esto, es como liberar al pájaro que estaba en la jaula y dejarlo cantar aún en medio de la tormenta negra.
"Pedir perdón y saber perdonar es una elección y privilegio moral, no una obligación".
Si deseas obtener el libro puedes obtenerlo en Amazon.com. Y si deseas descubrir cuál es tu lenguaje, accede a este link (en inglés).
:-) :-)
sábado, 11 de septiembre de 2010
Lo más bello en la vida es saber perdonarse... es vivir en la libertad que la paz brinda.
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y muchísimas gracias por tomarte el tiempo para visitar mi página.
Escribo en general de todo lo que pueda informar a otros, no me concentro en un tema específico, sin embargo, mi mayor interés es la poesía libre.
Algunos temas que he escrito han surgido a traves del diario encuentro con la realidad, todo lo que se recibe por la radio, TV o periódico, o con las conversaciones diarias que tengo con mis amigos y familia. Expreso mi libre pensamiento así como todos son bienvenidos a dejar sus opiniones. Nótese que aquel comentario que contenga expresiones incultas será eliminado. Soy partidaria de conservar el respeto mutuo sin importar el país, la raza, cultura o religión. Benito Juarez dijo que "El derecho ajeno es la paz".
Una vez más, muchas gracias por tu apoyo.
No te olvides encender los parlantes de tu computador y activar la música que está disponible al final de esta página. ♫♫♫♫♫
Un abrazo fraterno desde el lugar de mi peregrinaje, deseando que la luz del Ser Supremo ilumine siempre tu camino.
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