¿Christ? ¡Hmmm, interesante! Dudosa, ingresé mis datos: Nombre y dirección. Exactamente no recuerdo cuánto se tardó en llegar, pero un día llegó. Ahí estaba el mencionado libro. Y no lo leí hasta este año cuando ya realmente tengo tiempo para espaciarme en las letras y sumergirme en ellas para revivirlas con mi imaginación, gracias al silencio y la tranquilidad...
Sin embargo, estuve recibiendo cada mes una revista titulada The Voice of Martyrs .
Dicha revista me introdujo al escenario real y actual que se vive en muchos paises y que muchos de nosotros, como yo, ignoramos.No tengo palabras para explicar o expresar todo lo que hay en mi mente en este momento. El caos, las revoluciones, las confusiones de ideas, las políticas, religiones que dicen ser designadas por Dios, todos ellos tienen un fin común: destruír a Dios, erradicarlo de la mente de las personas que aún tienen la valentía para declarar sin titubeos su fe.Pero hay algo que me da esa satisfacción, esa alegría, esa noticia que pone una sonrisa en mis labios y me impulsa a seguir creyendo en lo que he conocido, y es cuando leo las historias de esta gente, con o sin profesión, ricos o pobres, que sin verguenza de declarar lo que han vivido, visto y oído están dispuestos a morir por una causa real antes que dar su brazo y hacer alianza con las ideas utópicas que sobreabundan en nuestra sociedad.La última revista que recibí habla sobre el Señor Chin, coreano, cristiano, que no está listo para morir. Según lo expresa en sus propias palabras. Su historia es como la de todos que crecen en un país donde la idea general es de que el cristianismo es algo diabólico y dañino para la sociedad. En Corea, la ideología se llama Juche, creada por Kim II-Sung. Juche enseña que el hombre es dueño de todo, que los fundadores de la patria son dioses, por lo que cada coreano rinde homenaje a Kim II-Sung y a su hijo Kim Kong-II. Dicho pensamiento se enseña en las escuelas obligando a los niños a que se adhieran a ella sin reservas, o sino el resultado será el castigo con la muerte. Más aún, parte de la muy "saludable" ideología es que a cada ciudadano se le exige a que reporte cada actividad contraria al gobierno. Incluso a los niños se les pide que sean espías de sus propias familias, vecinos y extranjeros. En este ambiente creció el Señor Chin. Como el hambre y la pobreza es grande en Corea del Norte, el Señor Chin viajó a China a fin de buscar alimento en las iglesias, según rumores que había escuchado. Encontró que esto es cierto, además de que obtuvo comida, también se le regaló una Biblia. Por supuesto que él no quería leerla al principio. Después comenzó a leerla y se dio cuenta que el libro no tiene nada de dañino. Ustedes dirán el resultado en su persona. Sí, se hizo cristiano.
Compartir la fe con otras personas es practicamente un riesgo mortal. Si abres tu boca y dices que tú eres un seguidor de Jesús, ten por seguro que tarde o temprano dirás adiós a este mundo. Él, sin embargo, compartió todo lo que estaba descubriendo con su esposa, quién finalmente también aceptó la fe. Pero no tuvo tanta suerte con un vecino, porque éste lo denunció. El Señor Chin estuvo 29 días encarcelado, durante los cuales lo golpearon, patearon para hacerlo declarar dónde tenía más Biblias. Después de todo, al no encontrar los famosos "libros diabólicos" en la casa del culpable, lo dejaron libre.
El Señor Chin ha hecho mas de 3 viajes a China, todo para obtener una Biblia. Cuando llega a su casa, las entierra a fin de protegerlas en caso de que sea capturado. La pregunta que muchos se han hecho que porqué él no las regala enseguida. Otros dicen que él es un cobarde. Sin lugar a juzgamientos, el tiempo dirá la respuesta."Un año después, el Señor Chin regresó a China y pidió al Pastor Bae otra Biblia. Solo una. Esta vez el Señor Chin prometió al pastor que regresaría por más Biblias.Me senté mientras hablaba con el Señor Chin, sonriendo me dijo: -Hoy por la noche llevaré mi quinta Biblia a Corea del Norte. El próximo año vendré por la sexta. Le pregunté cuál era su plan con las Biblias. ¿Las iba a regalar? Después de una larga pausa, me miró con sus ojos tristes y dijo: "Todavía no estoy listo para morir". " The Voice of the Martyrs, p. 5
La esperanza nunca muere, la fe tampoco. Depende de nosotros los que hemos conocido a Jesús a través de nuestra propia experiencia, que mantengamos vivos estos dos complementos, para hacerlos perfectos solo a traves del amor divino. Pensemos qué haríamos si en nuestros países nos vieramos obligados a pasar por los mismos momentos que estos cristianos viven a diario en países donde no hay libertad de expresión. Yo, personalmente, no puedo decir que soy la más fuerte y que sobrepasaré toda marea que viene a mi contra. Sólo pido que la fuerza y el coraje que tienen estas personas las tenga yo cuando me toque enfrentar un caso tal. Una voz me dice que no está lejos el momento cuando ya no tendremos espacio para decir que "Creemos en Jesús". Ser mártir, es testificar de Jesús. Es compartir con otros lo que tú has sentido en tu vida con el amor redentor de aquél hombre que dio su vida por todos. No merecemos algo mejor, pero somos perdonados, amados y tenemos la grandiosa oportunidad de decir "Creo firmemente en él". ¿Por qué? Tú, nadie mas que tú tiene esa respuesta.
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